Un uniforme coherente y apropiado para los trabajadores de cualquier establecimiento con servicio al cliente es casi tan importante como la calidad del servicio que prestan.
Para cada eslabón de la cadena de actividades en la industria de servicios, los clientes, o en este caso los comensales, son lo más importante en cualquier local o establecimiento. Ya sea que se dirijan a experimentar un nuevo restaurant que recién abrió en la zona turística de la ciudad o cuando van a su establecimiento de confianza para sentarse en la mesa de siempre y degustar su platillo preferido, el cliente siempre espera el mejor servicio, de parte de los camareros más atentos, aseados y ordenados.
El servicio, antes que nada, inicia con la imagen personal, incluso antes que el camarero salude a los comensales, el cliente inconscientemente ya se formó una idea del camarero y del local, solo con verle, por lo que debe lucir de la mejor forma posible.
Por razones estéticas y de funcionalidad, escoger un uniforme de camareros moderno es algo a lo cual se le debe prestar mucha atención, utilizando los mejores materiales, los accesorios correctos y, por supuesto, que estos uniformes sean acordes al local donde son utilizados, tanto por el estilo como por los colores y motivos decorativos del establecimiento.
Por eso, les traemos una serie de consejos y sugerencias que deben ayudarle a escoger el uniforme indicado al establecimiento donde se desempeña:
Estilo funcional: El trabajo de camareros y camareras en hoteles y restaurantes es muy activo, obviamente implica mucho movimiento dentro y fuera de las cocinas y evitando colisiones con mesas, clientes y otros camareros, por lo que deben ser capaces de moverse con ligereza y rapidez sin perder la elegancia que se espera del personal. Al escoger el uniforme debe encontrar materiales que resulten eficaces en la labor, dicho de otra forma, que no sean extremadamente rígidos o acartonados, tanto para la comodidad del camarero como para su movilidad en el establecimiento.
Puede evaluar varias telas y comparar cuan flexibles, impermeables y resistentes son, para que puedan ser utilizados en el ambiente del local correspondiente.
Colores: El uniforma tradicional de camisas blancas y pantalones oscuros es un clásico por una razón, es así para comodidad de propietarios, de los camareros y de los propios clientes, que no tendrán gran dificultad en identificar a los camareros y distinguirlo de otros clientes, sin tener que pensar que dicha confusión es posible.
Lo dicho no quiere decir que no pueda adaptar este uniforme clásico al camarero moderno y hacerlo particular para su establecimiento. Puede personalizar los uniformes de muchas maneras sin que resulte estrafalario, ya sea utilizando chalecos oscuros con el bordado del nombre del restaurant, detalles en los botones o bordados para que coincidan con los colores del local o de su logotipo. O alguna otra medida sutil para hacer propio el estilo del camarero clásico. La clave está en que sea elegante, permita un sentido de pertenencia y exclusividad sin que el establecimiento asemeje una franquicia de comida rápida.
Se puede prescindir de la típica camisa blanca por otros colores, como por ejemplo marfil o colores pasteles muy claros, o en el otro espectro posible, escoger camisas oscuras o negras también podría ser una opción en el guardarropa del camarero. Si el uniforme de los camareros desentona con el establecimiento esto resultará obvio para los clientes o, al menos, le dejará pensando que algo no encaja en la situación.
Variaciones modernas: al escoger la camisa y el corte de cada una, más allá de respetar lógicamente la talla de las personas que usaran el uniforme, se puede evaluar los distintos tipos de cuellos y bordados que están disponibles para ser más modernos sin dejar a un lado la presentación, por ejemplo, un cuello de corte más asiático puede ser utilizado incluso en establecimientos que muy poco tengan que ver con las culturas orientales si esta opción resulta más ergonómica para el personal.
En relación al corbatín o moño, en la actualidad se tiende a prescindir de utilizarlos, por considerarse poco modernos, en cambio un chaleco o americana de color negro es siempre recomendable.
Personalización: Dando un sentido de pertenencia y continuidad estética con el establecimiento, de ser posible, se recomienda añadir en el uniforme el logo o nombre del local, mediante un bordado elegante y nada invasivo, usando quizá los colores de la empresa o un color que contraste con el de la camisa o delantal donde se borde.
Accesorios apropiados: los accesorios en los uniformes deben cumplir una finalidad que permita mejorar los procesos tanto por funcionalidad como por razones de higiene y estética sin que resulten ser un estorbo para el camarero; y el accesorio predilecto de muchos en esta área es el delantal, sea que se busque una estética tradicional o moderna.
Existen hoy en día varias opciones a la hora de escoger delantales sin que parezca que los tomaron prestados de la cocina de su hogar, cuidando de nuevo que no desentonen con el tono del establecimiento, se debe cuidar que no entorpezcan la labor del camarero y le permitan por ejemplo tener pequeños bolsillos para guardar los objetos que utilice con mayor frecuencia, como su bloc de notas, pero también podría incluir un sacacorchos o lentes de lectura, es decir, dependerá de la persona y del local particular, sin convertir al pobre delantal en una mochila.
Se puede optar también por una discreta riñonera en caso que se aprecie necesario para guardar cambio o propinas, cuidando (como siempre) la estética del conjunto completo.
Calzado adecuado: aunque para muchas personas pueda parecer obvio o superfluo, la elección de un calzado correcto hace mucha diferencia, no solo en el área visual, sino que también influye en la movilidad del camarero y por ende en la energía que pueda tener al final de la jornada. Existen muchas opciones de calzado formal que resulta cómodo y práctico, siendo el estilo más común los mocasines.
En el caso de las damas, se busca que no tengan un tacón tan pronunciado para enfatizar en el movimiento que realiza durante su trabajo.
Higiene: Es de vital importancia que cada aspecto del uniforme este impecable, ya que los trabajadores son la imagen del establecimiento; son, la mayoría de las veces más importante que el mismo mobiliario del sitio. La presentación de los platillos y bebidas es lo más importante para el cliente, pero si la persona que le trae su orden se encuentra en pésima apariencia la velada (y la propina) no será la misma.
La industria del servicio de alimentos y bebidas es una de las más competitivas, donde la primera imagen es tan importante como en una entrevista de trabajo, y donde el trato al cliente es tan importante como al escoger un médico de cabecera. Por esto y mucho más se debe cuidar cada impresión que el cliente se forma del restaurante. La calidad, el servicio y la imagen van de la mano para determinar si se convertirá en un cliente habitual o por el contrario no volverá a entrar al local.
En resumen, escoger un uniforme moderno y adecuado para sus camareros y camareras requiere de cierto tiempo y análisis, pero siguiendo estos simples lineamientos puede hacer la elección correcta para su caso particular, para causar la impresión correcta y además poder incrementar la productividad y movilidad del personal, tanto para beneficio del público como de los propios empleados.