Una de las funciones que realizan los uniformes de empresa de manera silenciosa es crear imagen de marca. Al igual que el rótulo del local o las tarjetas de visita, el vestuario de los empleados ayuda a los clientes a identificar a nuestro equipo y a asociar ciertos valores a nuestra marca.
¿Es suficiente con bordar nuestro logotipo a un montón de prendas? Lo cierto es que una adecuada selección de uniformes laborales hace mucho más:
- Cuida la imagen que queremos transmitir. Factores como el color de las prendas o su corte envían mensajes a nuestro público: utilizamos un estilo clásico o moderno, nuestro negocio está dirigido a un público infantil o adulto; queremos primar la discreción en el atuendo de nuestro equipo o que por el contrario realice una gran llamada de atención.
- Nos hacer ser percibidos como una marca sólida. Una marca que cuida todos los detalles de su modelo de negocio. Una buena uniformidad es esencial cuando nuestro negocio dispone de varios establecimientos. La unidad de vestuario crea una imagen de proximidad y confianza de cara a nuestros clientes en todos ellos.
- Por supuesto, garantiza una indumentaria adecuada y evita que los gustos personales de los empleados se impongan en el lugar de trabajo.
- Es un material de trabajo. Ayuda a mantener medidas de higiene o seguridad, pero también en trabajos en los que el vestuario es susceptible de deteriorarse el uso de uniformes evita que la ropa personal de los empleados se estropee.
- Diferencia los distintos grupos de empleados y su jerarquía interna. Ayuda a crear conciencia de grupo a nivel interno y a ser percibidos como un grupo ordenado para un observador externo.
Hay dos aspectos esenciales que debemos cuidar a la hora de elegir los uniformes de nuestra empresa. En primer lugar valoremos que las prendas se adecuen perfectamente al tipo de trabajo, especialmente aspectos como: su utilización en interiores o exteriores; el manejo de sustancias peligrosas o químicas; la relación entre el equipo y la seguridad de los trabajadores, etc. Y en segundo lugar observemos quién es nuestro público y hagamos que nuestra prendas sean una herramienta más del marketing de nuestra empresa.