Uniformes de peluquería
Cortar el pelo, teñir canas, hacer una permanente, una limpieza de cutis, manicura… son muchos los motivos por los que se acude a la peluquería o centro de belleza, pero todos tienen el mismo objetivo final: sentirse a gusto con uno mismo.
Los profesionales de la peluquería tienen la misión de mejorar la imagen de sus clientes. Pero para que alguien deposite su confianza en ellos, han de ofrecer una imagen acorde a lo que ofrecen; una imagen profesional, moderna y de garantía.
Además de la autopromoción de sus servicios que estos profesionales pueden hacer, arreglándose ellos mismos el cabello o el maquillaje conforme a la última moda; los uniformes de peluquería pueden ser una expresión más de su buen hacer.
La comodidad es esencial en el uniforme de peluquería
Hay empleos que requieren actividad física y libertad de movimientos y la peluquería es uno de ellos; al fin y al cabo no se trata de estar sentado haciendo trabajo de oficina, sino de ir de una zona a otra del establecimiento atendiendo a las demandas de los clientes. Utilizar tijeras, secador, etc., lavar cabezas, hacer la manicura o pedicura o una depilación, entre muchos otros posibles servicios, obligan al peluquero o peluquera a estar en continuo movimiento. Por ello es esencial que el uniforme de peluquería tenga esto en cuenta y sea cómodo y permita una adecuada libertad de movimientos.
Son muy recomendables los pijamas completos de algodón y poliéster, compuestos de camisola y pantalón amplios, sin botones ni cremalleras, y frescos.
Por supuesto, en lugar de hacerse con un pijama completo se puede adoptar únicamente la camisola para el uniforme de peluquería. Se trata de la pieza más importante, puesto que la mayor parte del esfuerzo de estos profesionales corresponde al tren superior. Una vez decidido esto, solo queda optar por un color que represente la filosofía de la empresa. Puede ser el mismo que el del logotipo, para dar coherencia y reforzar la imagen de marca de la peluquería. También un color que sea del agrado de nuestro público objetivo, como verde lima o fucsia si optamos a una clientela joven y desenfadada.
O, por el contrario, podemos elegir tonos más clásicos, como el blanco y el negro, u oscuros como el granate o el azul marino, que denotan distinción y seriedad. Ideales si nuestra meta es atraer a gente de más edad, clase media o media-alta.
Si queremos que se distinga a la responsable del centro de peluquería bastaría con elegir una chaqueta entallada como esta:
Si queremos reforzar este último aspecto de distinción y dar un toque más formal al uniforme de la peluquería sin perder comodidad, se puede optar por un pantalón de pijama con pinzas.
Las combinaciones para conseguir un buen uniforme de peluquería son muchas y variadas, pudiendo adaptarse siempre a la estética general de la empresa y a sus objetivos. Además las prendas pueden personalizarse con el logotipo de la peluquería, reforzando así la identidad corporativa.