Es fácil deducir que la función esencial de un gorro de cocina es higiénica: evitar que los pelos desprendidos del cocinero lleguen a la comida, absorber el sudor o mantener refrigerada la cabeza de los profesionales entre el calor de los fogones. Sin embargo tras la elección de este complemento hay otras consideraciones.
En una cocina profesional donde hay varios cocineros y pinches la altura del gorro de cocina ayuda a establecer la jerarquía. Así el jefe de cocina usa el gorro de mayor altura, que además de diferenciarlo del resto de personal le permite ser localizado fácilmente por sus compañeros. Esta función la ha cumplido el clásico gorro vela o la toque blanche así como sus versiones más actualizadas como el gorro francés o el gorro seta. Como anécdota, se dice que los plisados del gorro representan las cien maneras en las que un buen cocinero sabe preparar un huevo.
Otro modelo tradicional para cubrir la cabeza en los fogones es el gorro de cocina militar o tipo barco. Remata en pico por delante y por detrás, se pliega ocupando muy poquito espacio y nos recuerda a las gorras de soldado o de marinero.
La cuestión de estilo importa también en las cocinas y hoy día existen alternativas más juveniles como el gorro corsario, que semeja un pañuelo pirata, o las bandanas anudadas alrededor de la frente que evitan que el sudor entorpezca a nuestros chef.
Gorros desechables de cocina, esta opcion de gorro, creado unicamente de fibras de papel puede ser muy util en muchas cocinas, tiene la ventaja de ser recicable.
Y para acabar repasemos las opciones específicas para mujeres. Para las profesionales de la cocina las opciones más comunes son la cofia cocinera o las redecillas que facilitan espacio suficiente para albergar la melena.
Como veis el gorro de cocina es un elemento con mucha miga, ¿con cuál os quedáis?.