Guantes de protección contra riesgos mecánicos
Las manos son una de las partes de nuestro cuerpo más expuestas y vulnerables cuando estamos desarrollando nuestro trabajo, y no solemos cuidarlas y protegerlas como se merecen. En muchos sectores laborales estarán expuestas a cortes, posibles quemaduras, raspados, perforaciones… y es vital protegerlas utilizando un EPI, en este caso: guantes de protección contra riesgos mecánicos.
Características de los guantes de protección
Los guantes de protección de los que hablamos en este artículo son aquellos destinados a protegerse de riesgos mecánicos, aquellos que por la acción mecánica de máquinas, herramientas, piezas a tratar o materiales proyectado de cualquier tipo pueda dar lugar a lesiones como:
- cortes por cuchilla,
-
abrasión,
-
rasgado,
-
y perforación.
En aquellas empresas en que la evaluación de riesgos indique que el trabajador está expuesto a alguno de estos riesgos, ha de utilizar el EPI adecuado como son los guantes de protección específicos.
Un guante de protección adecuado ha de ser:
- Resistente a la abrasión
Se entiende la abrasión como el desgaste por fricción y en dos sentidos: el desgaste que puede sufrir el guante y que conlleva su inutilidad; y la abrasión que puede generarse en la propia piel si el desgaste es tan importante que llegue a rasgar el guante hasta provocar rotura.
Existe un importante riesgo de abrasión en aquellos trabajos que impliquen la manipulación de materiales de construcción y mecánicos.
- Resistente al corte
Aquí se contemplan los cortes producidos por el contacto con finas superficies cortantes como chapas o filos metálicos. Otras situaciones de riesgo de corte más severo, como la utilización de motosierras o de cuchillos, como en las industrias cárnicas, requerirán otro tipo de guante.
- Resistencia a la perforación
En este aspecto se tienen en cuenta aquellos trabajos en los que se tenga contacto con objetos punzantes como hierros, astillas, etc. pero no puntas más finas, como las de agujas hipodérmicas.
- Resistencia al rasgado
Entendemos por rasgado el producido por defecto cuando el guante se enganche con algún elemento y pueda provocar su rotura, o por exceso, si el guante no llega a romper y puede provocar el atrapamiento de la mano y ponerla en un riesgo mayor. El guante de protección ha de tener un equilibrio adecuado entre uno y otro riesgo.
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