Hoy en día se ha vuelto cada vez más común la necesidad de estandarizar la imagen de ciertos servicios con el fin de dar una información clara y sencilla que permita a las personas identificar a los otros como abogados, camareros, bomberos, doctores. Dicha necesidad social no sólo se justifica en términos de identificación, sino también en términos de uso.
Estandarizar se vuelve fundamental en una organización que se encarga de la salud, no únicamente porque el ciudadano común ya cuenta con una simbología clara de lo que es un doctor o una enfermera y de cómo se ve, sino porque también se debe cumplir con estándares de higiene sumamente importantes en el área.
Es por esto que los uniformes conforman un ejemplo claro de dicha estandarización, ya que representan una forma sencilla y directa de identificación de profesión y de una organización, además de facilitarle el trabajo a las personas que los usan. Pero ¿Por qué la mayoría de las organizaciones e instituciones prefieren uniformes? Aquí les presentamos cuatro razones que hacen de los uniformes una parte integral de la cultura del trabajo y también del estilo de vida de las personas:
- Las necesidades del área de trabajo: existen ciertas áreas laborales y de servicios que se centran en el cliente, como los grandes almacenes, restaurantes, los hospitales y clínicas. Estas industrias o servicios implican que su fuerza de trabajo tenga un acuerdo tácito y se vea más unida y con ganas de servir al cliente, por lo que el uniforme se vuelve muy importante. Cuando el equipo de trabajo está uniformada de una forma agradable a los clientes y de acuerdo a la profesión que ejercen, estos sienten mayor confianza al momento de acercarse.
- El uniforme como un beneficio: en algunas organizaciones o instituciones, es considerado un honor y en cierta manera una gratificación poder recibir un uniforme que los identifique con dicha empresa o institución. Además, para las personas que usan el uniforme esto se traduce en un considerable ahorro de tiempo y energía, ya que no tienen que elegir todos los días una y otra vez la ropa a ser usada en el lugar de trabajo. Sin mencionar el ahorro de dinero que implica para el empleado, ya que se evita que el personal tenga que comprar ropa nueva.
- Un sentido de pertenencia: si la fuerza de trabajo lleva la misma ropa en el en el cual ejercen, se incentiva un sentimiento de lo común y de pertenencia.
- Un sentimiento de igualdad, y al mismo tiempo de jerarquía: el uniforme trae a cada individuo a una misma plataforma, no importa cuán rico o pobre sea, inculcando así un sentimiento de igualdad entre las personas con el uniforme. Al mismo tiempo, sirve para diferenciar entre distintos rangos y especialidades, cuando la institución u organización lo amerita.
Todo esto es fácilmente llevado al área de la salud, ya que se trata de organizaciones de gran amplitud, no importa sin son de carácter público o privado, que cuentan con una gran cantidad de personal dedicados al servicio y que necesitan igualarse y diferenciarse entre ellos.
Entonces… ¿qué ropa se debe usar en una clínica?
La utilización de una vestimenta adecuada, responde a las normas y exigencias de cada profesión, así como el respeto que le tiene el servidor público a la sociedad. Estos elementos favorecen una adecuada imagen social, y por lo tanto un claro reconocimiento. Cualquier personal dedicado al área de la salud que se encuentre vestido adecuadamente y en correspondencia con el cargo que ejerce, inspira confianza y es socialmente respetado.
Es por esto que dentro de una clínica deben existir uniformes tanto para el personal de la limpieza, como para las enfermeras, los residentes, los doctores y cirujanos. Esto incluye: uniformes impermeables, uniformes desechables, uniformes de algodón de un solo color, batas blancas, batas desechables, gorros, guantes, zapatos anti resbalantes, entre otros. Dichos uniformes deben estar adaptados a los reglamentos de cada país, pero sobre todo deben cumplir con normas básicas de higiene.
Los símbolos de los médicos
La verdad es que podemos llegar a subestimar la importancia de los uniformes pero existen estudios que han investigado la simbología de lo que usan los doctores para identificarse y para trabajar. De hecho, la representación del estatus médico se hace proyectando un estereotipo de la profesión. Diversos estudios realizados en el área muestran que cuatro objetos típicos y clásicos son los que identifican con mayor fuerza la clase médica: la bata blanca, el fonendoscopio, el espejo que se coloca en la cabeza y el maletín negro con los implementos. Siendo la bata blanca el identificador más potente.
Si tomamos como punto de partida el aspecto cultural, cuando se quiere dar idea de una actitud de seriedad, autoridad y respeto, la gente suele vestirse con ropa nueva, sobria y elegante, y una vestimenta más informal cuando se trata de actividades de entretenimiento u ocio. Esto mismo ocurre en la relación con el doctor, ya que la bata blanca imprime respeto y seriedad en una situación a la que normalmente se podría llegar en un plano social, lo cual ayuda a que el paciente confíe sus intimidades en materia de salud.
De hecho, es tal el carácter que imprime la bata blanca que es difícil que las personas rechacen a otro individuo que use este uniforme, por muy negados que sean. Para entender por completo cómo la bata blanca ha logrado posicionarse de tal forma, debemos buscar en los orígenes históricos de este implemento como símbolo de los médicos, y es que son variados los orígenes más arraigados en este simbolismo: el quirófano, el científico completamente dedicado a las ciencias, y el hospital. Cada uno de ellos añade una capa de significado particular que incrementa su validez general.